La evaluación universal de maestros y directivos de Educación Básica

"La acción educativa está en las manos de nuestros profesores, y, por tanto, la calidad de la educación siempre dependerá de la calidad del personal que la atiende”. José Manuel Esteve

El 31 de mayo del 2011, la Maestra Elba Esther Gordillo Morales, la entonces Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y el Maestro Alonso Lujambio Irazábal, el entonces Secretario de Educación Pública (SEP) subscriben el “Acuerdo para la Evaluación Universal de Docentes y Directivos de Educación Básica”.

Este acuerdo tiene su marco en “La Alianza por la Calidad de la Educación”, concretamente en el Eje V:Evaluar para mejorar”, en el que se señala que la evaluación servirá para elevar la calidad educativa y favorecer la transparencia y la rendición de cuentas. Hay que reconocer que México ha tenido grandes avances en la cobertura universal de educación básica, por tanto, ahora debe enfocarse en mejorar su calidad y, dado que son los maestros los que tienen una influencia más directa en los aprendizajes de sus alumnos, será necesario que ellos estén bien preparados para que su trabajo sea más eficaz y se patentice en resultados de calidad.

La evaluación que hasta ahora han tenido los maestros, directivos y apoyos técnico-pedagógicos, además de ser voluntario, se realizaba a través de Carrera Magisterial y los Exámenes Nacionales de Actualización de Maestros en Servicio, entre otros. Sin embargo, el Sistema Educativo Nacional necesita un instrumento universal e integral que diagnostique apropiadamente su desempeño y las competencias con las que cuentan. Es cierto que los profesores se han sometido durante muchos años a continuas evaluaciones pero también es verdad que las mismas no se han concretado en mejores resultados para la educación en el país.

No obstante es justo resaltar que dos terceras partes de los maestros en servicio han estado participando en programas de actualización y de formación continua, también de manera voluntaria, lo cual es prueba del sentido de responsabilidad, el entusiasmo y su interés por la educación. Pero estos servicios fueron proporcionados por diferentes instituciones que no siempre respondieron a sus necesidades, por lo que constantemente han estado solicitando que se consolide un “Sistema Nacional de Formación Continua para Docentes de Educación Básica en Servicio”.

Por tanto, la idea de la evaluación universal es justamente obtener un diagnóstico de las competencias profesionales del maestro y del logro educativo de sus alumnos, para que esa actualización y formación continua se centre en las áreas de oportunidad que arrojen los resultados y no se disperse en temáticas que no le dan un valor agregado a su quehacer educativo. Además de lo anterior, se busca detectar la pertinencia de los programas, su efecto en el aprendizaje de los alumnos y el impacto en la calidad del sistema educativo.

Según el Acuerdo, la evaluación universal será obligatoria para todo los docentes frente a grupo, directivos, y docentes en funciones de Apoyo Técnico Pedagógico de educación básica, de escuelas públicas y privadas. La periodicidad será cada tres años: 2012 primaria, 2013 secundaria y 2014 preescolar y educación especial. Contiene siete apartados donde se van especificando detalles sobre dicha evaluación universal, entre los que destacan el aprovechamiento escolar de los alumnos, de acuerdo a los resultados de la Evaluación Nacional del Logro Académico de Centros Escolares (ENLACE); las competencias profesionales del profesor, concretamente su preparación, desempeño y trayectoria de formación continua. El organismo encargado del diseño de las evaluaciones será el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE)

Esta evaluación universal no sólo permitirán establecer los Programas de Formación Continua y Superación Profesional, sino que además los resultados servirán para acreditar los factores correspondientes del Programa Nacional de Carrera Magisterial a docentes inscritos en el mismo, así como para el Programa de Estímulos de la Calidad Docente, de acuerdo a los Lineamientos específicos de cada Programa.

Los docentes tienen la oportunidad de participar en el fortalecimiento de la calidad del sistema educativo, el cual ha sufrido múltiples revisiones en lo que a educación normal se refiere, sin que se refleje en una mejor preparación docente. Baste decir que más de un millón y medio de maestros en servicio, formados en unas 500 escuelas normales públicas y privadas, han vivido ocho reformas curriculares en los últimos cincuenta años, las cuales, por otro lado, nunca fueron suficientemente evaluadas.

A simple vista parece un acuerdo con buena intención y no debiera despertar suspicacias en los maestros, ya que no afecta ninguno de sus derechos sindicales. Por otra parte, es verdad que el concepto de evaluación siempre se asocia a medición y a su posterior descalificación

Sin embargo esta evaluación no parece pretender eso, al contrario, este programa forma parte del compromiso para elevar la calidad de la educación, enfocándose en el mejoramiento de la formación del maestro y su consiguiente revalorización social; se trata de diagnosticar y actuar en consecuencia, desarrollando las mejores estrategias para que su trabajo se vea reflejado en resultados de calidad.


El examen universal supone para México un enorme reto, en costo, consenso y organización, reto que los maestros no pueden eludir puesto que forma parte de un pacto entre autoridades sindicales y educativas y que si no se llevara a cabo sentaría un precedente de incumplimiento que les restaría credibilidad. Ojalá que la incertidumbre que en estos días ha surgido sobre su aplicación se resuelva favorablemente. Petra Llamas 

Publicado en La Jornada de Aguascalientes el 27 de abril del 2012. . 

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